viernes, 26 de septiembre de 2014

Mentiras y Gordas 2

Capítulo 1: El día después

La noche anterior en la discoteca “Relámpago” de Benicassim había sido una locura. Patricia se estaba acostando con Roberto, el novio de su amiga Sandra, y cada vez se sentía peor. Fran y Pablo habían decidido ir a comprar pastillas con los 300€ que tenían para poder realizar el viaje que querían vendiéndolas. Laura no dejaba de pensar en el lote que se había dado con Vanessa la noche anterior, siendo que no era lesbiana. Gloria se despertaba tras haber acabado en la cama con Marcos, el chico del gorro que se le acercó la noche anterior.

Patricia fue al trabajo de Sandra a verla y descubrió que su jefa la había despedido porque había engordado y había contratado a una chica más delgada, Cristina. Sandra estaba fatal sobre todo después de haber recibido una visita de Roberto dejándola por el mismo tema. Patricia no sabía si había cortado con su amiga por ella o por la excusa que le había dado. Fran y Pablo fueron a casa de Torbaldo a comprar las pastillas para poder venderlas desde esa misma noche. Pablo tenía un secreto que no podía confesarle a su amigo.

Capítulo 2: La noche se enciende

Laura decidió ir a casa de Vanessa, ya que gracias a su amigo Pablo descubrió dónde vivía. Las dos subieron y se acostaron. Por el comentario de una ex compañera de piso de Vanessa, Laura descubrió que Vanessa no iba a querer una relación estable, si no echar un polvo y ya está. Laura se marchó bastante molesta de la casa. Gloria fue a visitar a la cárcel a su amigo el Jequo, que le habían pillado vendiendo pastillas hacía ya dos semanas. Gloria tenía miedo de acabar como su amigo pero tenía que salir de Benicassim de una vez por todas.

Por la noche, Patricia fue a casa de Roberto para aclarar la situación. Antes de entrar, Cristina salía tras haberse dado el lote con él. Roberto estaba super drogado, sangrando por la nariz. Patricia le dijo que tenía que parar que no podía continuar de esa forma. Decidió aplazar su conversación sobre Sandra. Ésta se encontraba en una cafetería cuando apareció Santi, un amigo de Patricia que había ido a verla. Los dos subieron a casa de Patricia y, sin darse cuenta, se drogaron y comenzaron a enrollarse.

Capítulo 3: La explosión de la noche

Fran y Pablo llegaron a la discoteca y comenzaron a vender las pastillas. Pablo no podía más y le confesó a su amigo que estaba enamorado de él. Fran se quedó algo alucinado y se marchó a otra zona. Pablo comenzó a beber, a meterse pastillas y rayas, estaba hundido al ver la reacción de su amigo. Vanessa fue a casa de Laura para confesarle que aunque no quería una relación estable jamás había sentido por nadie lo que había comenzado a sentir por ella. Laura, bajo la lluvia, fue detrás de ella y las dos se besaron apasionadamente.

Gloria volvió a acostarse con Marcos y, al despertarse, descubrió que Marcos le había robado todo el dinero que había ahorrado para irse a Madrid. Su vida se acababa de hundir aún más. Patricia llegó a la discoteca y pudo ver a Sandra liándose con Santi. Roberto no había ido. Patricia comenzó a llorar al lado de Pablo y a contarle sus cosas hasta que vio como Pablo se mareaba. Le sacó fuera de la discoteca hasta que Pablo perdió el conocimiento. Llamó a una ambulancia. Mientras llegaba, Laura y Vanessa salieron corriendo al ver la escena, al igual que Fran. Ya nada podían hacer: Pablo estaba muerto. Los excesos de la noche habían acabado con su vida. La vida de todos había cambiado para siempre.